A menudo se habla del deseo, pero ¿sabemos a qué nos estamos refiriendo?
El deseo es una emoción, un impulso, una fuerza que nos mueve al encuentro con otras personas o con nosotrxs mismxs. Nos motiva a relacionarnos, a compartir intimidad, a mantener relaciones afectivas y/o sexuales, a disfrutar y pasarlo bien, a sentir placer, etc.
El deseo se experimenta de forma diferente para cada persona, hay personas que tienen más deseo que otras sin que eso tenga nada de bueno ni de malo. Además, puede cambiar a lo largo de la vida.
Podemos decidir satisfacerlo a través de diversas conductas sexuales con otras personas, de manera autoerótica, o también aplazarlo. Lo que no podemos es anularlo o hacer que desaparezca. Lo importante es que no sea causa de malestar y que podamos vivirlo y expresarlo con respeto, libertad y naturalidad.
¿Cuál es la clave? La satisfacción con el propio nivel de deseo, así como el ajuste con la o las parejas, en el caso de que se tengan.
Conocer tu deseo erótico, cómo se conecta con tu placer y de qué maneras vivirlo a través de la fantasía o de la realidad es una opción que te invitamos a cultivar.
Dale un espacio en tu vida