La Falta de Deseo erótico o el Deseo sexual Inhibido (D.S.I) es una de las consultas más frecuentes en Sexología no sólo por parte de mujeres sino también, cada vez más, de los hombres, independientemente de su orientación y/o identidad sexual.
Tiene que ver con una disminución del impulso erótico, de las ganas de tener relaciones sexuales con la pareja, de ser tocada/o o iniciar cualquier tipo de encuentro sexual.
Esa disminución en ocasiones puede llegar a la desaparición absoluta del Deseo con lo que la persona no siente nada ni inicia nada (ni en modo conducta ni en modo fantasía) con lo que y estaríamos ante una Inhibición del Deseo Erótico que sí necesitaría una intervención profesional. No obstante, no es necesario llegar a este extremo y se recomienda tomar conciencia antes de lo que nos está pasando y qué está alterando nuestras ganas y nuestro impulso erótico.
Interruptores del Deseo Erótico
La ausencia o disminución del deseo erótico puede estar relacionada con una serie de factores, llamados Interruptores o Boicoteadores del Deseo. Pueden ser Individuales o de Pareja, aquí tenemos los principales
.- Los 8 Boicoteadores Individuales del Deseo sexual
- Enfermedades y medicaciones.
- Prohibiciones, tabúes e inhibiciones en relación a mi vida sexual que me impiden estar relajada/o en el encuentro erótico
- Responsabilizarme del Placer del otro/a en lugar del mío.
- Exceso de pudor ,Inhibiciones, ocultamientos, dificultad con el propio cuerpo, la desnudez propia y/o la del otro/a.
- Miedos (al rechazo, a una mala ejecución, a perder el control, al daño…)
- Falta de confianza en el otro, en mí misma
- Vivencia dificultada de la Intimidad.
- Desconexiones de mí misma/o y de mi cuerpo
Podemos ir más allá y vemos que el deseo erótico es sexuado y existen todavía algunos interruptores más genuinamente en hombres y otros en mujeres, como mantenedores de los Mandatos de género. Aquí tenemos algunos:
Bloqueadores del deseo en hombres:
- En general la autoexigencia va a producir ansiedad de ejecución, junto con un estado de ensimismamiento que le desconecta de la pareja con la que se encuentra.
- Excesiva preocupación con la erección (la dictadura de la erección) puede llevar al hombre al final a perderla, al estar evaluando constantemente su respuesta genital deja de sentir excitación y pasa a un estado de alerta que acaba por perderla. Más ansiedad, más preocupación, adiós a la excitación.
- Definirse a través de su capital erótico, como capital humano (valgo según gusto y según atraigo y me siento deseado), la valoración personal según mi calidad de amante.
- En parejas heterosexuales puede haber Dificultades con la figura femenina (rechazada o temida). Algo pasa con la figura de la mujer que no le permite estar en ese lugar deseante, puede haber miedos no elaborados hacia otras figuras anteriores (madres, hermanas, exparejas), algo que no se ha resuelto.
Boicoteadores o interruptores del deseo sexual en mujeres
- Mi autopercepción como mujer: Deseante, Deseable y Deseada. Cualquier factor físico o emocional como el propio estrés, el cansancio, preocupaciones o emociones disruptivas pueden alejarme de mi vivencia del deseo y me apagan.
- Dificultades para sentir ese deseo y expresarlo en pareja.
- Cambiar sexo por amor, suposiciones erróneas: “Si no me desea es que no me quiere”.
- Desconexión de nuestro cuerpo y especialmente de nuestra Genitalidad. No estar acostumbrada a relacionarme con mi cuerpo, mi placer y menos con mis genitales.
- Dificultades con mi autoerotismo. No experiencia con la masturbación o verla como algo negativo, rechazable o una traición a mi pareja. Con lo que no conozco mi cuerpo, no sé cómo sentir placer con él y me pongo en manos, dependo de mi pareja.
- Problemas para confiar: no me fío, no me relajo, no me entrego.
- En parejas heterosexuales pueden darse igualmente problemas con la figura masculina (temida o rechazada).
Interruptores del Deseo en la Pareja
En las dinámicas de las parejas, en sus maneras de relacionarse podemos encontrar muchos elementos negativos que van a afectar al deseo erótico y a sus encuentros sexuales:
- Conflictos relacionales: mala comunicación o discomunicación, enfados repetidos, falta de expresión afectiva.
- Límites mal gestionados: hacia dentro y hacia afuera de la pareja (intra y extradiádicos).
- Los Terceros que nos interrumpen y nos distancian: Trabajo, cansancio, estrés, hijos. La domesticidad en general (más prosa que poesía).
- Falta de seducción, de conquista (¿ya está todo el pescado vendido?)
- Contagios de la falta de deseo de mi Pareja. No expresar lo que me gusta. No preguntarte lo que te gusta.
- El peligro de las adivinanzas. Gestión de la iniciativa, y de la monotonía (lo habitual es la norma).
Cómo mejorar el deseo sexual
Contamos con un gran número de facilitadores del deseo erótico igualmente potentes o más que podremos cultivar de manera individual y dentro de la pareja y que van a posibilitar que realmente seamos dueñas/os de nuestro universo erótico.
Es importante tener claro primero si lo que ha provocado la disminución de mi deseo es de origen individual o tiene que ver con mi relación de pareja. Una vez que tengas localizados los interruptores o boicoteadores de tu deseo erótico te dejamos aquí los siguientes tips para mejorarlo:
Deseo como una experiencia individual
Sentirlo, integrarlo, permitirlo y expresarlo. El deseo erótico como una dimensión más de nuestra vida como seres sexuados. Potenciarlo en sus dos expresiones: fantasía y conducta. Jugarlo: es juego y no es mente.
Voy a permitirme sentir deseo erótico según gestione mi placer y sienta mi capital erótico (más o menos elevado) y con él mi autoestima erótica.
Está igualmente conectado con autoconocimiento de mi cuerpo y con mi manera de sentirlo (propio o ajeno). Manejo de mi propio mapa erótico (qué me enciende y qué me apaga). Responsabilizarme de mi cuerpo y de mi Placer. Qué hago con él, cómo le cuido, le mimo, le hago mío. Bajar los niveles de autoexigencia ir de las metas a los procesos (caminos). Detenerme más, integrar y cultivar la fantasía y el erotismo: lecturas, pelis, juegos, etc.
Deseo erótico como una experiencia en pareja
La pareja se hace por su condición de amantes. Recordar quiénes fuimos. Nombrar el deseo, expresarlo desde el yo y el mí lo que me gusta es… y lo que no me gusta es… Sensar, el trabajo de los Sentidos: oído, gusto, tacto, olfato y vista.
Cortar la mente, discursos justificadores… Aprender el idioma del otro/a: bilingüismo erótico.
Dar espacio a conocernos y a expresarnos cómo somos y cómo vivimos cada uno el deseo.
Mezclarnos, perdernos en el conocimiento del otro/a: sus ritmos, sus silencios, sus pausas, sus contenidos, sus gustos y sus disgustos.
Aparcar la vergüenza, pausar los miedos.
Abandono en el otro. JUGAR con el Erotismo: caja de los Deseos, simbolismos eróticos, etc.
Sensar en pareja: sorprender o proponer una re-erotización de la pareja o inspección erótica de la pareja cada cierto tiempo. Promover la abundancia, las risas y la desinhibición, cuidar el deseo. Es algo nuestro y sólo nuestro: íntimo y privado. Es creatividad y es crecimiento también. Es ser adultos y ser responsables de quienes somos.
Marta Pascual